martes, diciembre 28, 2004

Del color de los ojos....

¡¡Menudo susto rapaza!

Esta mañana tu blog parecía arrasado por el sunami que había devastado a mis amigos del lejano oriente. No conseguía ver más allá de la foto de tu tío -el que no me gusta para padrino- y detrás el vacío más absoluto. He llamado al 112, a los bomberos, al Centro Nacional de Catástrofes y no os tenían en sus listas de víctimas.

Con la esperanza de un posible crash reversible, he salido a buscarte entre los escombros ¡Sin éxito! Al volver a conectar con el cordón adsl-umbilical, de nuevo tu presencia con sonrisa incluida ¡Nada está perdido! Todo sigue como antes, pero con un tercer grado en curso.

Me he enchufado ya al polígrafo y un flexo me apunta a las narices.

¡A la guan, a las tu, a las zri! ¡Pues que si! Que tengo los ojos del color del reflejo en que me miro. No puedo precisar tonalidades. Unas vezes es verde esmeralda, otras verde manzana, las más verde esperanza. ¡Más me vale!

Por fuera, son de lo más corriente, como si los hubiese comprado en una tienda de todo a cien. Pero les he enseñado a sonreír y a reír. Me costó lo mío pero lo conseguí.

Lo de "¡Una madre no se encuentra y a ti te encontré en la calle!" no se si se aplica bien al caso. No se ni el como ni el porqué, pero el destino debió meter la cuchara en el tema. Recuerdo el sistema general pero no los pasos detallados:

Googlée usted un "bloog" fresco y limpio, previamente sazonando con pimienta y sal y que haya dejado macerar algunos microsegundos en un buen Riveiro. Presione usted la tecla enter, intro, enviar o ejecutar según los gustos y…… ¡Allí estabas tú!

Lo diver es que era mi primera incursión en un blog, ¡Mi bautizo! Después he visitado varios y siempre vuelvo a los orígenes. Debe ser como esos patitos recién nacidos que siguen sin descanso a la primera cosa que ven al salir del cascarón. Supongo que hasta que les pase por delante de la nariz una pata “comme il faut”

Besotes