domingo, noviembre 27, 2005

Ingeniería Inversa

Ingeniería Inversa

Cuando veo unos ojos bellos, un perfil que inspira, una cara arrebatadora, un contorno que despierta llamaradas……. intento adivinar ¿Cómo será su voz? ¿Cuáles sus palabras? ¿Qué es lo que se esconde detrás de su belleza? Las más de las veces, cuando oigo su voz y escucho sus palabras; el encanto se desvanece, los ojos se difuminan, la faz pierde tersura, el contorno se torna fugaz.

En este medio, el camino es inverso: Se empieza por conocer las palabras que, al tiempo de leerlas, se van colocando involuntariamente sobre un pentagrama de voz imaginario, surgiendo de una boca perfilada en sueños. Raras veces; a las palabras, huérfanas de imagen, podemos colocarles algo más que un rostro en dos dimensiones, una auto-descripción, una estatura. Nos quedamos prendados de palabras que nos inundan, viniendo de fuentes que desconocemos. Dignificamos sus orígenes como corolario de las palabras que nos han conquistado, y con las que ya hemos adquirido un compromiso de estima y respeto. Construimos personas y personalidades, e imágenes y figuras, y rostros y sonrisas, sobre el fervor de las palabras. También intuimos que quienes nos leen deben experimentar parecidos sentimientos y que nuestro “yo” debe estar tan lejano de cómo nos imaginan, que nos escondemos cada vez más y mejor detrás de las palabras. Y como en una fiesta de Halloween mantenemos el “truco o trato” por temor a dejar caer la máscara, o por miedo a ver lo que hay detrás de la máscara de nuestros dioses blogueros.

En el fondo, muy en el fondo; me gustaría tanto que fuerais como os imagino…… casi tanto, como el que yo pudiera ser como espero que me imaginéis….. pero, yo ya sé que eso es imposible.