sábado, enero 01, 2005

De besos y deportes.....

Beso Fuerte


Lecciones de Besos (2ª entrega)

Le preguntas al pozo de la ciencia y generador de la historia, para saber de aquello, que aunque complejo en su ejecución, sirve en las fiestas y festividades que hoy celebramos, como fuente de dulzuras, puente entre culturas, camino abreviado entre las almas. ¡Preguntas por el beso!

¡Puuuuuffff! ¡Menudo apuro! ¡Deslizarse de nuevo por pendientes arriesgadas! Pero tú preguntas y de tu formación hago profesión. Allá va pues; lo que Las Instrucciones –o Manual de Uso, que así también se llama- que acompañan a la decimonovena edición del, por doquier citado, Diccionario de la Real Academia de mi Lengua (DRAL en el futuro), allí establecen:


Beso Fuerte: Sitúese la mano izquierda en la cintura, en zona posterior allí donde la cambrure -francesa la expresión- se inicia. Mientras, mirándose los ojos en los ojos, el índice diestro la barbilla eleva. Acérquense los labios, poco a poco, allí donde se borra la sonrisa –comisura- deposítese ahí el beso con labios entreabiertos saboreando el jugoso sabor de la mejilla, al par que la diestra estrecha la espalda con dulzura. Recrearse en la suerte, pero no abusar de la misma para evitar equívocos es buen consejo. Al terminar, las manos, a la par que los cuerpos se separan, se deslizan a lo largo de los brazos hasta encontrar otras manos y allí, tras un dulce apretón, termina el beso fuerte.


Del rey de los deportes de sillón hablemos:

De los arcanos musísticos, de los que soy socio fundador y mantenedor preclaro, y con el único objetivo de que tu formación progrese -en las artes de las que presumes y careces- cito en extracto, normativa regia sobre los conocimientos que todo musolari, que así quiera denominarse y ejercer, debe previamente conocer y haber firmado.

Ahí va la cita:

Algunos jugadores dan un valor extraordinario a la llamada «treinta y una real» formada por tres sietes y un rey «barbado», es decir, con índice 12 y no 3. Este 31 gana a cualquier otro 31, pero para que así sea y ningún jugador pueda verse sorprendido por ello, es necesario que se establezca al inicio de la partida.

Puesto que ni previamente se estableció, ni constancia de ello queda. Cuando, por otra parte, un nudo en la cintura (tres de bastos de la suerte aciaga), sin barbas lucías en tuporfía, ¡Da por perdido el órdago! Recoge la herramienta, baraja, y espera mejor suerte en otro día.

Más luego, de los deportes de sillín:

Convengo en aceptar tu reclamada naturaleza de “Chica-de-monte”. Pero aclárame: ¿Se refiere a montaraz? –Ya diste pruebas-. No hay duda de que lo que no ejerces es la escalada de montaña en bicicleta. Deberías saber que tus pretendidas modas son arrojadas a la cuneta al fin de la bajada, para así refrescar cuando el subir aprieta. No creo que tu doncella pueda estar contigo en la carrera para cambiar tus ropas en función del frío o calor que te acongojen.

Tras la lección, y sin otros deberes que no estén ya recogidos en las vigentes ordenanzas, te deseo lo mejor para el año que comienza.

Y como bien sabes te mando un ........ (Espacio dejado en blanco para ser completado por el amable lector)